Crítica:
Chaplin es un genio, un maestro, un lunático. Sus obras reflejan la contrariedades y contradicciones de la existencia humana frente a su situación ante la vida y la sociedad. Casi siempre lo hace de manera sutil con imagines sordas; en esta ocasión, a diferencia, es evidente y sonora.
Con el tema de la inconciencia moral, la película nos dice que el hombre es egoísta por naturaleza y que el discurso ético de cualquiera de nosotros está viciado por el status social y económico y los intereses individuales sobre los generales; tenemos una venda en los ojos y en los oídos, que nos quitamos de vez en cuando, en momentos en que la presión colectiva con compele a criticar y destrozar a la oveja descarriada del rebaño.
Monsieur Verdoux es una crítica feroz a la sociedad guerrera estadounidense en su inclinación a la muerte y a la destrucción de la nación que sea, a cambio de conseguir recursos economicos y poder político. Lo hace por medio de la "simple historia" de un asesino serial muy peculiar, con un Chaplin en una de sus mejores actuaciones -aunque siempre se muestre extraordinario-, que nos hace reir al tiempo de consternar nuestra conciencia cuando priva de la vida a sus mujeres con ese sinismo sólo creíble en actores de su talla, al tiempo que se pasea en las narices de la autoridad, misma que nunca pone el empeño suficiente para descubrirlo y aprehenderlo.
El guión perfecto, la edición, fotografía, música y actuaciones sobresalientes del cuadro de intérpretes, suman a la labor de nuestro protagonista para cocinar una obra maestra que nos deja alatargados por su cúmulo de elementos axiológicos y artísticos.
Género cinematográfico: Comedia dramática.
Valoración numérica: 10
- Disfrute: 10
- Actuación estelar: 10
- Actuación de conjunto: 9.5
- Dirección: 10
- Argumento: 10
- Originalidad del guión: 10
- Diálogos: 10
- Técnica: 3 décimas extras (música, fotografía y edición)
Datos históricos:
Monsieur Verdoux es una película del actor y director de cine Chaplin. Considerada una obra maestra, Monsieur Verdoux está dirigida y protagonizada por el mismo Chaplin.
Se trata de una película sonora, en la que nos presenta a un hombre que ha perdido por completo la fe en la especie humana, lo que le lleva al nihilismo y a no respetar el más sagrado de los derechos del hombre: la vida. Aunque contiene escenas de humor, la película transmite una sensación de desesperanza, por lo que no cabe calificarla como comedia. Chaplin da su visión del mundo sin rubor, hablando por boca de Verdoux en determinados momentos.
Se trata de una película sonora, en la que nos presenta a un hombre que ha perdido por completo la fe en la especie humana, lo que le lleva al nihilismo y a no respetar el más sagrado de los derechos del hombre: la vida. Aunque contiene escenas de humor, la película transmite una sensación de desesperanza, por lo que no cabe calificarla como comedia. Chaplin da su visión del mundo sin rubor, hablando por boca de Verdoux en determinados momentos.
Chaplin resume a la perfección el argumento de la película, incluyendo una reflexión sobre el personaje que él mismo interpreta: "Verdoux es un Barba Azul, un insignificante empleado de banco que, habiendo perdido su empleo durante la depresión, idea un plan para casarse con solteronas viejas y asesinarlas luego a fin de quedarse con su dinero. Su esposa legítima es una paralítica, que vive en el campo con su hijo pequeño, pero que desconoce los manejos criminales de su marido. Después de haber asesinado a una de sus víctimas, regresa a su casa como haría un marido burgués al final de un día de mucho trabajo. Es una mezcla paradójica de virtud y vicio: un hombre que, cuando está podando sus rosales, evita pisar una oruga, mientras al fondo del jardín está incinerando en un horno los trozos de una de sus víctimas. El argumento está lleno de humor diabólico, una amarga sátira y una violenta crítica social."
La recepción del film de Chaplin, como fue habitual en sus últimos trabajos, más complejos y personales, fue poco calurosa. Recordemos el texto de Jean Renoir sobre Monsieur Verdoux, don de establece una comparación entre Chaplin y Moliére. En una primera mitad de carrera, ambos optaban por trabajar sobre la base de los gustos actuales del público. Efectivamente, el mundo del humor, la fábula simple como base de la historia, los conflictos entre policías y vagabundos, la infancia como única esperanza, como se ve en El chico. Estos son los elementos comunes a los primeros films de Chaplin. Sin embargo, ya entonces incluía en el relato reflexiones que van más allá de la simplicidad de contenido de otras películas de corte parecido. Incluso su propia vida, sus experiencias de niño, la relación con sus padres, eran objeto de reflexión para el autor. Si esto era así entonces, es lógico que Chaplin, con la madurez de la edad, una vez sus ideas sobre el mundo habían cambiado, y una serie de duras pruebas que la vida le había impuesto eran superadas, hiciera un cine distinto. Chaplin se valió entonces para hablar cara a cara con el público que tanto le adoraba por sus grandes comedias: La quimera del oro, Tiempos modernos, etc. Como hemos visto, Orson Welles fue el primer interesado en la historia de Landrú. Igualmente Claude Chabrol en 1963 filmaría Landrú, una película de tratamiento más frío y teatral que la de Chaplin, y sin la honda humanidad del personaje de Monsieur Verdoux. Del interés de estos directores tan distintos a primera vista de Charles Chaplin, nos da una idea de la reorientación vital del inglés. Un cambio que se produjo de forma consciente, algo que podemos comprobar en esta última serie de películas, sobre todo en Candilejas, donde la presencia autobiográfica es tan poderosa. Sin embargo, Chaplin siguió con interés la reacción del público. Así demuestra que con este cambio no trataba en ningún caso de realizar un ejercicio de autocontemplación. Como he dicho arriba, vemos una intención de comunicación más compleja, un mayor deseo de verdad, una reflexión sobre la época. Algo que no terminó de gustar al público entonces, cuyo mayor deseo era ver a Charlot. Sin embargo, el público de ahora puede agradecer a Chaplin que no se convirtiera en una mala imitación de sí mismo, y que se adentrara en el significado del cine con una posición clara: "Creo que Monsieur Verdoux es la película más inteligente y más brillante de las que he hecho hasta ahora."
La recepción del film de Chaplin, como fue habitual en sus últimos trabajos, más complejos y personales, fue poco calurosa. Recordemos el texto de Jean Renoir sobre Monsieur Verdoux, don de establece una comparación entre Chaplin y Moliére. En una primera mitad de carrera, ambos optaban por trabajar sobre la base de los gustos actuales del público. E
Trama:
Un extrabajador bancario, ante el desempleo, ve como única forma de sobrevivir y dar lo indispensable a su propia familia, el atraco de la fortuna de las mujeres a las que seduce de forma sucesiva, lo que además le conduce de manera ineviable al asesinado de sus víctimas. Para Verdeaux, tiene igual justificación el robo como lo hace el banco y el asesinato como lo hace el país de USA a través del ejército durante la guerra. Una sociedad hipócrita repleta de laxitud moral lo señala y juzga a priori, pero contradictoriamente no sólo permite sino que promueve los daños y crímenes aberrantes derivados de la carrera armamentista norteamericana.
La temática de Monsieur Verdoux está presente en el análisis del protagonista. El tema principal se eleva al final del film, una vez presentados los hechos a través del viaje del personaje a lo largo del país, retratando a una sociedad ciega, débil y sin esperanza. Verdoux dice: "Asesinar a una persona hace de uno un canalla, asesinar a millones un héroe. Las cantidades santifican." Sin duda, este sentimiento no podía ser aceptado con pasividad por la sociedad norteamericana de la posguerra. "Lo que Verdoux proclama es que resulta ridículo mostrarse impresionado por la amplitud de sus atrocidades, que son una simple comedia de crímenes, en comparación con los cometidos en masa y legalizados por la guerra, que el sistema adorna con galones dorados. […] Verdoux, con toda su palabrería, realiza una seria tentativa de evaluar la calidad moral de sus crímenes."
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