Elizabeth Rosemond Taylor nació en Londres, Inglaterra, el 27 de febrero de 1932; murió en la ciudad de Los Angeles, California, el 23 de marzo de 2011 por una falla cardiaca. Es considerada la última diva de la época dorada de Hollywood.
La mujer con los "ojos más bellos del mundo" se casó ocho veces: la primera con Conrad Hilton Jr. (1950-1951); la segunda con Michael Wilding (1952-1957); la tercera con Michael Todd (1957-1958); la cuarta con Eddie Fisher (1959-1964); la quinta y la sexta con el actor Richard Burton (de 1964-1974 y de 1975-1976); la séptima con John Warner (1976-1982); y la octava y última con Larry Fortensky (1991-1996).
Su carrera comenzó desde muy niña porque su madre siempre quizo convertirla en estrella, llevándola a gravar anuncios comerciales y cameos en películas; así, Liz Taylor no fue libre de elegir ser actriz, sino que su profesión le fue impuesta. Salto a la fama a los doce años con la obra Fuego de juventud (1944).
Reconocida por su espectacular y única belleza, con ojos de un rarísimo color violeta, y por su extraordinaria calidad histriónica, que le permitió interpretar de los papeles más dulces y cándidos, hasta los más perturbados y temibles (inolvidable cuando encarna a Virginia Woolf). Aparte, fue admirada por su trabajo en causas sociales altruístas en todo el mundo.
Obtuvo dos Premios Oscar en la categoría de mejor actriz principal. En 1961 por Una mujer marcada (Butterfield 8) y en 1967 por ¿Quién teme a Virginia Woolf? Además, recibió el Premio Humanitario "Jean Hersholt" en 1993 por sus amplias labores altruístas.
Fue nominada en otras tres oportunidades al Oscar por las cintas El árbol de la vida (1958), La gata sobre el tejado de zinc (1959) y De repente en el verano (1960).
También fue laureada, entre otros, con dos premios Golden Globe, un Bafta y un Screen Actor Guild Honorífico por su trayectoria. En 1999 el Instituto Americano de Cine la nombró la séptima mejor estrella femenina del siglo XX.
Es memorable su amistad con el Rey del Pop, Michael Jackson, a quien defendió en sus juicios criminales del final de su carrera; éste le correspondió dedicándole diversas canciones.
Sumadas a las películas por las que fue nominada o ganó el Oscar, otras de sus obras más representativas son Fuego de juventud (1944), El coraje de Lassie (1946), Un lugar en el Sol (1951), La última vez que ví París (1954), Gigante (1956), Cleopatra (1963), La mujer indomable (1967), Reflejos en un ojo dorado (1967), Bajo el bosque lácteo (1972), El pájaro azul (1976) y El espejo roto (1980).
Liz Taylor trabajo con casi todos los grandes actores y directores de la Meca del Cine, como Marlon Brando, Montgomery Clift, Robert Taylor, Jean Fontaine, James Dean, Rock Hudson, Ava Gardner, Jane Fonda, Katherine Hepburn, Paul Newman, Richard Burton, y los directores George Stevens, John Huston y Franco Zeffirelli.
Rivalizó con la otra gran diva de Hollywood, Maryleen Monroe, particularmente en la década de los cincuentas; sin embargo, la gran diferencia de los papeles de cada una y la temprana muerte de Maryleen desvanecieron el conflicto del imaginario colectivo.
Una estrella irrepetible que siempre destellará en el firmamento fílmico. Simplemente inolvidable...
Video tributo
5 comentarios:
Se fue una de las grandes...la extrañaremos. Gran entrada :D
Una mujer realmente deslumbrante, con esa elegancia felina y esos ojos color violeta. Para mi junto a Paul Newman han sido los ojos mas bellos del Cine.
Pasaba tambien para contarte que mi blog ha cumplido su primer añito de existencia y que tienes alli un Premio-recuerdo del evento.
Un fuerte abrazo.
Una de las clásicas, una pena que la parte fina de su vida se le fuera de las manos. Me encanta en Gigante, precisamente en sus memorias habla de la relación con sus compis de reparto. Muy interesante esta dama mucho menos frívola de lo que la prensa la pintaba.
Un saludo.
Emilio Luna.
Enhorabuena por esta entrada sobre Liz Taylor y por el blog en general. Ahora que te sigo, espero comentar a menudo. Y si tienes tiempo, te invito a echar un vistazo al mío.
Saludos y hasta pronto.
¡Muchas gracias por todos sus comentarios!
Es una lástima que Liz Taylor no nos haya regalado más de su arte en la parte final de su vida, pero toda su existencia no dejo mucho a todos y al cine. Su belleza siempre será extraordinaria.
Nos vemos también en sus blogs, ¡saludos!
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