Documental que describe varias historias en la difícil vida de los integrantes de la Mara 18 en la ciudad de San Salvador, ocasionada por la pobreza, la discriminación y su cruenta lucha con la otra fortísima pandilla criminal, la Mara Salvatrucha. El director francés Christian Poveda deja su vida en un último trabajo que debe alertar a la sociedad toda en torno al problema del origen y destino delincuencial de una juventud en estado de abandono.
Análisis y crítica
Película de 90 minutos que nos permite conocer a profundidad la forma de vida, trabajo y muerte de los miembros de la Mara 18, pandilla criminal salvadoreña donde la hermandad, la intolerancia y el esfuerzo, desencadenan altos riesgos y una perenne busqueda de venganza.
Un grave problema social, unos seres humanos perdidos, desafortunadamente sin solución próxima ni fácil. Así, el director no busca ahondar en respuestas sobre el nacimiento y futuro de estos jóvenes; más bien, intenta describir los caminos existenciales de varios de sus integrantes, para conseguir empatía en los espectadores y entendimiento global de las dificultades expuestas.
Un joven que quiere redimirse, una madre con discapacidad visual leve, el lider de los "Homis Unidos" y los hermanos de la Mara 18, son los personajes principales del largometraje, permitiendo que entendamos paulatinamente sus necesidades, problemáticas, deseos, motivaciones y valores compartidos.
La obra nos ayuda a entrar subjetivamente y poco a poco en sus almas y cerebros, para entender el significativo mensaje de que la sociedad es la principal culpable de su dura situación, y para conocer su desagradable e injusto destino: pobreza, dolor y muerte.
También critica ligera pero directamente al sistema judicial salvadoreño, a la policía y, en última instancia, al conglomerado social del pequeño país, dada la ausencia de elementos materiales, humanos y, sobretodo, de voluntad efectiva para readaptar a los adolecentes alejados de la ley.
Por otro lado, como film, la narrativa es buena, contando con adecuado ritmo e interesantes escenas; con un planteamiento inteligente, imaginativo, versátil y mesurado, que no cae en exceso de violencia o brutalidad, a efecto de conseguir que el espectador entienda la trama sin demasiados sobresaltos.
Con el leve pecado de no llegar al fondo de los antecedentes y espectativas de los pandilleros, el documental es claro y aleccionador; es duro por la temática, pero cuidado por el director para minimizar el impacto emocional y esclarecer parcialmente las circunstancias sociológicas de los protagonistas, donde la Mara se convierte en su única familia.
Sin pasar por alto el satisfactorio apartado técnico del film, con muy destacada edición, sonido y una atractiva e irreverente canción original: "Que vaya con Dios" (letra conocida popularmente por los pandilleros y música del reggaetonero Big Boy).
Cinta interesante y bien dirigida; expone un importantísimo hecho social olvidado por las sociedades más avanzadas, que todos debemos comprender para coadyubar en el discernimiento de una solución lo más pronto posible.
Artículos relacionados:
.
Países: México, España y Francia
Año: 2008
Género: Documental
Países: México, España y Francia
Año: 2008
Género: Documental
- - - - - - - - - - - - > Valoración numérica: 8.3
1) Dirección: 8 (50%)
2) Planteamiento: 8 (50%)
3) Técnica: 3 décimas extras por sonido, edición y canción original
Video con la canción original
0 comentarios:
Publicar un comentario