Construyendo la vida, redención y triunfo

Con un título atrayente (Life as a House, 2001), esta película nos plantea la forma de encontrar el éxito en la vida de una manera poética y convincente. George, un padre por años alejado emocionalmente de su único hijo (Sam), ante la noticia de que pronto morirá de cáncer y el hecho de ser despedido de su trabajo, decide construir la anhelada casa de sus sueños para heredársela a su vástago. Con ello pretende disminuir el fracaso en que se encuentra su gris existencia. Aparte, la frustación romántica de George al ver que su ex-esposa Robin se ha vuelto a casar y tiene una nueva vida, se hace a cada momento más intensa al acercarse a su muerte y podría llevarlo a confesar su vivo amor.

El tema es la redención, pues todos los personajes avanzan en su desarrollo individual eliminando ciertos defectos y situaciones conflictivas que los aquejan. La misma se presenta en los planos psicológico, emocional, social, familiar y laboral.

El asunto es encontrar el mejor camino hacia el éxito con valentía e inteligencia. En tanto, el mensaje estriba en que el triunfo personal radica en el perenne deseo de superación, en la toma de decisiones adecuadas y en la convivencia constante y afectiva con los seres queridos, mas no en la obtención de riquezas materiales. Un elemento importante en torno a lo anterior se halla en el hecho de que el segundo marido de Robin, con quien tiene dos hijos, resultó exitoso sólo en el plano económico, pero el nuevo esposo también está alejado emocionalmente de los hijos y de ella y el amor ha decrecido.

Con una ágil narrativa, la comedia y el drama se conjugan perfecto, con un equilibrio en tiempo y forma, para que las dos horas de metraje transcurran con entretenimiento, mientras aparecen multitud de diálogos impresionantes y profundas escenas, mismas que están muy bien interpretadas y realizadas técnicamente, que nos muestran sentimientos y mensajes impactantes, creíbles y aleccionadores respecto a la relación padres-hijos, la relación de pareja, la superación personal y la verdadera riqueza humana -la cual escapa a la mera cosecha de dinero-.

Nos encontramos pues ante obra que utiliza la simple trama de la construcción de la nueva casa, como una trascendente alegoría de lo que significa superar los obstáculos de la senda existencial humana hacia la verdadera felicidad, la cual no puede ser egoísta, no puede ser conseguida sin que penetremos un poco en el corazón y la mente de alguien más; sin que compartamos tiempo y esfuerzo con él; sin que lo ayudemos a superarse y llegar a sus metas particulares; sin que también sea feliz.

Se puede trascender a la muerte sólo si aprovechamos la vida. Así lo entienden George y Sam, con un mensaje final que llega directo al alma y es la cereza del pastel, relativo a la importancia de comprometornos con nuestros valores e ideales, para no caer en el camino fácil del fátuo logro económico. Así, en la escena final, Sam nos demuestra que su redención es verdadera, al dejar de lado su ensimismamiento egoísta.

La subtrama de un amor pronto, expedito, sencillo, liberal y superficial entre varios personajes, contrasta ingeniosamente con el amor doloroso, complejo y profundo que se presenta entre George y su hijo Sam y entre George y su ex-esposa Robin, mismo que podría conducirlos igual al Cielo que al Infierno.

Sobresalientes Kevin Kline (George Monroe), Hayden Christensen (Sam Monroe) y Kristen Scott Tomas (Robin Kimball), con actuaciones serias y conmovedoras, además de que el cuadro de interpretes también lo hace con brillantés. La perfecta dirección de Irwin Winkler nos lleva a lugares interesantes y desconocidos, para entregarnos grandísimas enseñanzas y reflexiones sobre la vida, el amor, la superación del miedo a la muerte y el éxito real.

Por último, a está rica historia la complementa y le da brillo la parte técnica; música, fotografía y dirección artística, son de alta calidad. Christensen otorga la mejor interpreación que le he visto.

Una película injustamente olvidada; sin embargo, constituye un logro cinematográfico completo, paradigma de lo que debe ser una buena comedia dramática. Un film poético e inspirador… recomendación obligada.

Género: Comedia dramática (familiar)

Valoración numérica: 9.91

• Disfrute: 10
• Actuación estelar: 9.25 (9.5+9)
• Actuación de conjunto: 9
• Dirección: 10
• Argumento: 9.5
• Originalidad del guión: 9.5
• Diálogos: 10
• Técnica: 3 décimas extras (música, fotografía y dirección de arte)

Datos históricos:

Life as a House es un film dramático de 2001 dirigido por Irwin Winkler. El film cuenta la historia de un hombre diagnosticado con cáncer terminal (Kevin Kline), quien intenta reparar la relación con su hijo adicto a las drogas y con poco interés en la vida (Hayden Christensen). El drama está filmado en Rancho Palos Verdes, California.

Trama:

Kevin Kline interpreta a George Monroe, un arquitecto que es despedido de su trabajo, lo que le provoca una gran desilusión e ira. Cuando ha limpiado todo su escritorio y decide dejar el edificio, colapsa desmayándose inmediatamente después de haber salido.
En el hospital, George es diagnosticado con un cáncer terminal. Así que decide traer consigo a su rebelde hijo Sam (Hayden Christensen), para que le ayude a demoler la choza que George había heredado de su abusivo padre, y así construir una elegante casa en su lugar.
Durante esa experiencia, George se reencuentra con su hijo y ex-mujer (Kristin Scott Thomas). El proceso de construcción de la casa les abrirá los ojos a todos.

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