Trama (sin spoiler):
Gil e Inez, una pareja de turistas americanos, llegan a París para conocer la ciudad y reunirse con los padres de ella. Ahí, coinciden por casualidad con un amigo de Inez llamado Paul (Michael Sheen) y con su novia. Entonces, lo que en apariencia son unas vacaciones para convivir en pareja, se convierten en aventuras separadas.
Mientras Inez (Rachel McAdams) se divierte con Paul, Gil (Owen Wilson) sale todas las noches a caminar por la ciudad para inspirarse y terminar su novela; sin saber cómo, el escritor es trasportado a los años veinte, lo que le permite conocer al circulo privilegiado de artístas clásicos parisinos, personajes que admira profundamente: Ernest Hemingway, Gertrude Stein, Scott y Zelda Fitzgerar, Pablo Picasso, Cole Porter, Salvador Dalí y Luis Buñuel, entre otros. Además, Gil traba gran amistad con Adriana (Marion Cotillard), una francesa bella y elegante de esa misma época.
Análisis y crítica:
Con los temas de la nostalgia y de la insatisfacción, Midnight in Paris nos presenta el asunto narrativo de decidir sobre la publicación o no de una novela; también, el asunto argumental de encontrar a la pareja y a la situación existencial ideales. En tanto, el mensaje implica que todo tiempo pasado fue mejor.
La historia, de escasos 94 minutos, contiene ideas positivas como el amor, la amistad, la curiosidad, la admiración, la alegría, la esperanza, la plenitud y la genialidad creativa; negativas como la frustración, la deslealtad, el descuido, el temor, el arrepentimiento, la baja autoconfianza y el egoísmo.
Con un planteamiento sencillo y algo recurrente para comedias románticas, la película nos trasporta de manera contundente y mágica al París de la década de 1920, en su máxima belleza y esplendor. La “Ciudad Luz” es el corazón de la trama y de las nociones existenciales ya comunes, pero siempre interesantes y profundas, en Woody Allen.
Una pareja protagónica, a punto de casarse, llega a la ciudad más bella y glamorosa del mundo, despedida ideal de su solteria. Todo combia por pequeños detalles y relaciones del pasado, que les imponen el reto de definir el verdadero camino de su felicidad individual y de pareja y de consolidar una efectiva convivencia, la cual sólo es viable si armonizan sus distintas espectativas e intereses, si aprenden a convivir y apoyarse, más que a imponer su voluntad.
Una pareja protagónica, a punto de casarse, llega a la ciudad más bella y glamorosa del mundo, despedida ideal de su solteria. Todo combia por pequeños detalles y relaciones del pasado, que les imponen el reto de definir el verdadero camino de su felicidad individual y de pareja y de consolidar una efectiva convivencia, la cual sólo es viable si armonizan sus distintas espectativas e intereses, si aprenden a convivir y apoyarse, más que a imponer su voluntad.
El realismo mágico, presente igualmente en la filmografía del director neoyorquino, se materializa para un gran disfrute visual, en un discurso cinematográfico muy prudente que jamás llega a excesos ni absurdos, aunque, personalmente, me quedé con ganas de reconocer más sitios parisinos.
El guion es brillante en cuanto a personajes, desarrollo argumental y diálogos; los últimos se distinguen por su agudeza, elocuencia e inteligencia. Sin embargo, queda a deber respecto a la evolución y resolución del asunto narrativo y de las subtramas románticas, que finalizan abiertas y en contradicción al pesimismo inmanente de las premisas del mensaje.
La dirección de Allen es más que satisfactoria, con una cinta simpática, amable, divertida y hasta inocente. Eh de reconocer que esa sólo es una de las dos caras de la moneda, porque en el fondo se plantea que la vida del ser humano siempre va en picada y nunca alcanzará real plenitud. Por ello, el protagonista se ve obligado a escapar de su cruda realidad, alucinando momentos y ciudades ajenas, convitiéndolas en suyas, para construir su propio idilio vivencial.
Allen implementa todo lo necesario para recrear el sueño, al tiempo de homenajear a una ciudad emblemática de la humanidad; pero, a la par, su trabajo sirve para criticar, de forma mordaz y aguda, los disvalores y artificiosas espectativas de nuestros tiempos modernos, al apresurado ritmo de vida actual, a la anulación de la importancia subjetiva del hombre y al olvido de sus más profundos y sinceros deseos.
El reparto está genial en su labor, apoyado por la extraordinaria construcción y caracterización física de los personajes. Mas, quien se roba la cinta Marion Cotillard, como la fina amante de Picasso, constituyendo la piedra angular del relato y el objeto del deseo.
También participan los actores Kurt Fuller, Mimi Kennedy, Nina Arianda, Carla Bruni, Corey Stoll, Kathy Bates, Yves Heck, Tom Hiddleston, Alison Pill, Sonia Rolland, Adrien Brody, Macial Di Fonzo Bo y Léa Seydoux.
Una hurra para Owen Wilson por el único trabajo destacable de su filmografía. Un personaje cálido, soñador, triste al tiempo que esperanzado; el convencimiento y veracidad que logra es impresionante en una película tan fantasiosa y singular como esta.
Los aspectos técnicos son superiores y redondean el filme. Me agradaron altamente el vestuario, dirección artística, fotografía y sonido.
Una obra personalísima, de magnífica hechura e inolvidable. Un existencialismo agridulce, pesimista con rostro amable.
Año: 2011
Género: Comedia romántica, fantasía, drama
------------------> Valoración numérica: 9.38
1) Dirección: 9
2) Guion: 9.5
3) Interpretaciones: 8.5
Protagónica: 8
Secundarias: 9
4) Complementos: 9
Argumento: 9
Diálogos: 10
Originalidad: 8
Disfrute: 9
5) Técnica: 2 décimas extras por dirección artística y fotografía; 1 décima por sonido y vestuario.
Trailer:
Tremendamente generoso. Y sí, es una gran película de Allen. Muy buenos algunos aspectos que resaltás, como el de "todo tiempo pasado fue mejor". De alguna manera, esa frase implícita en el relato, es la que va creando el fondo de toda la humanidad. Y "Medianoche en París" genera una contradicción: es un objeto optimista en una vida pesimista.
ResponderEliminarEl reparto, de lujo. Además de Cotillard, agregaría a Corey Stoll. Dos grandes.
Los diálogos, siempre buenos. Lee facilitan bastante la labor a Wilson, que coincido, es la mejor interpretación de su carrera, pero tampoco es para cantar victoria. Tiene sus cosas y le falta...
Saludos.
Gracias por tu comentario, Rodrigo.
ResponderEliminarYa hacia falta una gran película de Allen, y ésta lo es: muy cálida y contradictoria; realista y con mensaje profundo.
Es de obligado visionado.
Saludos!!
Me gusto la película.
ResponderEliminar¡Gracias por el comentario David C.!
ResponderEliminarEs una película interesante y entretenida.