18/6/11

Koyaanisqatsi, vida fuera de equilibrio

Trama (sin spoiler):

Una visión verda- deramente artística del urbanismo y la  tec-nología inventados por el hombre y del desenfrenado movi- miento en las ciudades, en contraste con los ambientes naturales. Construcción  versus  destrucción; caos versus orden; falsedad versus realidad; cultura versus natura.  Pa- norama apocalíptico de las graves conse-cuencias  sufridas por el mundo natural a costa de los beneficios supérfluos de la cultura y de la sociedad; efectos que eventual y fatalmente habrán de sobrevenir, destruyendo nuestro mundo. Bellas y estremecedoras imágenes y banda sonora provocan emociones continuas en el espectador.

Analisis y crítica:

El documental Koyaanisqtsi, escrito y dirigido por Geoffrey Regio, es la primera parte de la trilogía Qatsi, palabra hopi que significa "vida fuera de equilibrio". En él se busca encontrar la belleza en el conjunto tecnológico y urbanístico modernos en movimiento, sin olvidar la importancia del sistema natural de nuestro planeta, como semilla única de la creación y de la vida.


El tema del caos se plasma con un discurso de imágenes acompañadas  sólo de música, sin diálogo ni narración alguna. Discurso impecable, creativo, impactante, emotivo. Arte puro en pantalla, caldo de cultivo de impresiones profundas, con plano-secuencias larguísimas e interesantes, directas al alma.


Habitamos en una realidad aparente. Nada es creativo, sino copia de otra copia. Todo cambia, pero todo sigue igual: es un continuo círculo infinito. Lo artificial, con máquinas, motores y otros elementos tecnológicos, resuelve multitud de problemas humanos, a costa de configurar riesgos más profundos.




El urbanismo nos impide ver la belleza primigenia de la Tierra. No podemos percatarnos de que somos parte de la naturaleza y de que compartimos el mundo con otros seres vivos no racionales (pero tampoco perjudiciales).


En mi particular opinión, el mensaje que viene adscrito a la película se configura como una advertencia hacia los riesgos del desequilibrio  natural, provocado  por las conductas irracionales de la sociedad moderna. Es necesario frenar el ritmo del progreso científico y tecnológico, para hacerlos sustentables con la vida natural y evitar así un irremediable colapso futuro.


Al principio pareciera que la monotonía y el aburrimiento nos absorveran por 86 minutos. Sin embargo, las tremendas imágenes; grandes tomas abiertas y panorámicas; elocunte, impetuosa y original banda sonora; y la versatilidad narrativa y de rápido ritmo nos impiden distraer nuestra atención, ni por instantes.


Y cuando todo termina no lo puedes creer y te quedas con ganas de seguir presenciando ese singular espectáculo, ese concierto a la altura de los grandes maestros de la música clásica... esa danza perfectamente coordinada de elementos artificiales cual si cobraran vida.
.

Cada quien obtendrá su propia interpretación por medio de los sentimientos y emociones que les genere el documental, acaecidas a cada segundo del metraje. El interés por las descripciones visuales y auditivas es constante, complejo y permanente.


Un limpio y fantástico trabajo de fotografía y edición, sin duda de los mejores en la historia. La intercalación de escenas, la diferenciación de ambientes, las cámaras rápida y lenta empleadas magistralmente, la calidad artística de las imágenes, la punzante banda sonora del maestro Philip Glass (también en su mejor trabajo) y la perfecta sincronía entre imágenes y sonidos, son un goce para la vista, el oido y el espíritu. Aunque, sin duda, lo importante de Koyaanisqatsi es provocar interés, porque el significado depende de cada uno.

Obra maestra absoluta: emotiva e inquietante. Simplemente imperdible.


Año: 1983
Género: Documental

------------------> Valoración numérica: 10

1) Dirección: 10
2) Planteamiento: 10
3) Técnica: 4 décimas extra por fotografía, música, montaje y sonido

Trailer:

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